¿Hasta dónde puedo llegar con mi material de montaña?

¿Hasta dónde puedo llegar con mi material de montaña?

Descubre para qué sirve tu material de trekking (y para qué no)

Introducción

Siempre me ha fascinado la idea de que La Paz, en Bolivia, este a más altura que el punto más alto de nuestros Pirineos. Mientras aquí los crampones y el piolet son imprescindibles para ascender a las cumbres más altas, allí la gente vive plácidamente 242 metros por encima de la cima del Aneto.

Montañas hay muchas y formas de subirlas infinitas. Cada cordillera tiene sus picos, y cada pico sus rutas, algunas son más sencillas, otras requieren de una buena preparación. Sin embargo, existe una diferencia abismal entre los climas de cada una de las cordilleras del mundo, y es importante saber hasta donde podemos llegar en cada una de ellas con el material que tengamos. Así pues, hoy os hemos preparado una guía para entender hasta dónde podéis aventuraros con vuestro material de trekking o montañismo.

Si esto fuera un vídeo de deportes extremos, ahora vendría esa parte del disclaimer. Esta guía os dará una idea general de qué se puede hacer y qué no con el material, pero excepciones hay tantas que sería imposible recogerlas todas, y lo mismo se puede decir del material. ¿Es lo mismo subir al Puigpedrós en invierno y en verano? Evidentemente no. ¿Puedo llegar a la cima del Aconcagua sin crampones ni piolet, aunque esté a 6.961m de altitud? De vez en cuando se dan las condiciones y así será. ¿Si me voy al Campo de Hielo Patagónico, necesitaré un equipo de altísimo nivel, aunque solo esté a 2.000 metros de altitud? Pues bien, la respuesta es que sí. Así pues, esta guía será un buen punto de partida, una brújula, pero antes de salir a la montaña, será imprescindible mirarse las condiciones, estudiar bien la ruta y decidir el material necesario para afrontarla con seguridad y disfrutando.

Material básico de trekking

Cuando hablamos de material básico nos referimos a unas botas de caña media o baja, ropa de montaña a primer precio técnico y unos bastones. Esto engloba un montón de material, y somo conscientes de ello. Para entendernos, estamos hablando aquí del tipo de equipo que nos compraríamos para nuestras primeras salidas a la montaña. Ni botas semirrígidas, ni piolet, ni chaquetas de 500eur.

Esto, evidentemente, no es excusa para no salir bien preparado, pero deberemos tener en cuenta que no es lo mismo comprarse unas G5 de la Sportiva que unas Salomon X Ultra Mid GTX. Dicho esto, ¿hasta dónde nos podremos aventurar con un material de trekkinero como el aquí mencionado?

En los Pirineos, por ejemplo, se puede alcanzar los 3.000 metros en verano sin necesidad de equipo técnico, confiando en unas botas resistentes y bastones de trekking. Sin embargo, en invierno la historia es completamente diferente: la nieve cubre las rutas, el hielo se asienta en los senderos y las temperaturas pueden desplomarse. En estas condiciones, los crampones y el piolet se vuelven indispensables, así como un buen sistema de capas para mantener el calor corporal. A diferencia de los Pirineos, en los Alpes las exigencias comienzan antes. Incluso en verano, alcanzar los 3.000 metros sin equipo adecuado puede ser arriesgado en la mayoría de zonas conocidas, debido a la presencia de neveros y glaciares mucho más frecuentes que en nuestras montañas. En invierno, por supuesto el material de alpinismo pasa a ser un requisito, y quienes aspiren a cumbres como el Mont Blanc deben prepararse con botas rígidas, crampones automáticos y, según la ruta que tomemos, la cuerda también será imprescindible.

Material avanzado

Si ya sabemos de qué va la cosa, igual hemos empezado a mirar un poco más arriba de lo habitual. Ahora esos grandes picos con nieves perpetuas ya no nos atemorizan, más bien empiezan a atraernos y estamos listos para afrontar un reto mayor. Si este es tu caso, seguramente hayas empezado a invertir en cosas como unas botas semirrígidas, ropa técnica enfocada a protegernos sin reducir nuestro rendimiento, unos crampones de travesía y un piolet. ¿Dónde podrás llegar con todo esto? Pues bien, en la mayoría de los casos, la época del año será un factor fundamental, ya que, mientras en verano unas Ortles Light Mid PTX o unas Scarpa Ribelle Tech 3 HD harán su trabajo en la mayoría de montañas de los Alpes, en invierno será necesario apostar por un calzado mucho más abrigado.

En los Andes, en cambio, su gran extensión hace que se presenten una variedad impresionante de condiciones. Mientras que en la zona ecuatorial es posible alcanzar los 4.000 metros con equipo básico debido a su clima más templado, en las latitudes más australes, como en Patagonia, la realidad es completamente distinta. A pesar de su menor altitud, el clima extremo y los terrenos glaciares hacen que incluso a los 2.500 metros ya sea necesario contar con crampones, piolet y buena ropa técnica para protegerse del clima extremo. En estas regiones, los vientos huracanados y las bajas temperaturas pueden convertir una travesía en un desafío peligroso si no se está adecuadamente preparado.

Equipo profesional de alto rendimiento

Si te estas planteando subir al Aconcagua, al Mont Blanc o a cualquiera de los grandes picos del Himalaya, seguramente esta información te parezca muy superflua. Sin embargo, para que este artículo tenga sentido, deberemos exponer todas las situaciones.

Para afrontar los grandes retos del montañismo mundial, hoy en día se han desarrollado materiales y tecnologías que nos permiten protegernos en los climas más extremos y ascender por los rincones más complejos. Eso sí, aquí más que en ningún otro lugar, el rendimiento del material de poco servirá sin un entrenamiento y una experiencia que estén a la altura.

En cualquier caso, si tus ojos ya se han fijado en los retos más ambiciosos, necesitarás unas botas rígidas —más o menos abrigadas en función de si queremos ascender al Dru o subir un 8.000. Lo mismo sucederá con la ropa, que variará en aislamiento en función del lugar y época del año. Eso sí, un buen hardshell será imprescindible, como también lo serán los guantes, el casco y los crampones semiautomáticos o automáticos. Además, en estos casos también deberás sumar al equipo un piolet técnico, el arnés y la cuerda. Y sí, esto ya no se podrá considerar un trekking como tal.

Sin embargo, el Himalaya, hogar de las cumbres más altas del mundo, también ofrece una paradoja interesante. Mientras que en los trekkings clásicos se puede alcanzar los 4.000 metros sin necesidad de equipo técnico —algo impensable en los Alpes—, a medida que se asciende, la altitud, el frío extremo y los glaciares convierten cada metro ganado en una lucha. Así pues, para superar los 6.000 metros (y lo mismo sucede en los Andes), en la gran mayoría de casos, se vuelve imprescindible el uso de botas con un aislamiento térmico excelente y un exhaustivo plan de aclimatación. A medida que avanzamos en altitud, se exigirá de nosotros una preparación física y mental excepcional, además de un equipo de alto rendimiento que permita soportar las condiciones del techo del mundo.

Conclusión

Cada montaña tiene sus propios desafíos, y entender sus particularidades es esencial para planificar una ascensión segura. Mientras que en algunas regiones la altitud por sí sola no es determinante, en otras, las condiciones meteorológicas y el tipo de terreno pueden convertir incluso una ruta a baja altitud en una travesía exigente. En definitiva, conocer el material adecuado para cada situación y aprender a utilizarlo correctamente marcará la diferencia entre una experiencia inolvidable y un riesgo innecesario.

Fecha de publicación: 28/02/2025

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