Ventajas y desventajas de los bastones de trekking
Todo lo que necesitas saber antes de sacar los bastones a pasear
Introducción
El trekking no es solo una forma de conectar con la naturaleza y descubrir los mejores paisajes, sino que también pone a prueba nuestra resistencia y equilibrio. En este contexto, los bastones de trekking se han convertido en un accesorio común, pero no siempre es fácil decidir si realmente los necesitas en tu próxima salida. En este análisis, desgranamos los pros y contras para ayudarte a decidir si estos aliados tienen cabida en tu mochila. Por último, damos nuestra opinión personal sobre la cuestión, intentando aportar algo de luz a un debate que, a pesar de todo, siempre seguirá existiendo.
Ventajas de usar bastones de trekking
La ciencia respalda el uso de los bastones
Cada vez más se está popularizando el uso de los bastones por la gran cantidad de ventajas que suponen, no solo para reducir la fatiga, sino también a la hora de activar la musculatura de nuestro cuerpo de forma más completa, reduciendo así el riesgo de lesiones. Actualmente, existe un montón de literatura científica que respalda su uso, así pues, vamos a repasar los principales argumentos a favor de los palos o bastones de trekking.
1. Reducción del impacto en las articulaciones. Los bastones ayudan a aliviar la carga en las rodillas y tobillos, especialmente en descensos pronunciados. Esto es crucial en rutas largas o exigentes como, por ejemplo, en la bajada desde el Collado de Añisclo hasta el Refugio de Pineta, en la que un desnivel de más de 1.000 metros en poco más de 2 kilómetros puede llegar a pasar factura —y lo decimos por experiencia propia. En estos casos, modelos como los LEKI Sherpa o los Black Diamond Pursuit destacan por su capacidad de absorción de impactos y construcción robusta, por lo que se convierten en opciones muy recomendables para sortear este tipo de retos.
2. Mejora del equilibrio y la estabilidad. En terrenos rocosos o resbaladizos, como el camino de subida al Refugi de Juclar desde el párking de Vall d’Incles, los bastones se convierten en una herramienta esencial para evitar caídas. Su apoyo adicional marca la diferencia al cruzar zonas complicadas o descender con seguridad.
3. Ritmo constante y menor fatiga. Los bastones permiten un desplazamiento más eficiente, distribuyendo el esfuerzo entre las piernas y los brazos. Esto resulta especialmente útil en travesías largas, como el Camí de Cavalls en Menorca, donde mantener un ritmo uniforme es clave para completar las etapas sin morirse en el intento. Los Komperdell Ridgehiker Cork o los Makalu Lite de Leki destacan por su ligereza, ideal para estas situaciones en las que buscamos movernos rápidos y cargando el menor peso posible.
4. Ayuda en el cruce de obstáculos. Sortear riachuelos o salvar tramos empinados, como tuvimos que hacer en el acceso al Pic Long dese el Embalse de Cap de Long es mucho más fácil con bastones. Este soporte adicional reduce el riesgo de accidentes y facilita el paso por terrenos resbaladizos o cuando nos vemos obligados a cruzar guales.
5. Ejercicio más completo. El uso de bastones activa los músculos de los brazos, hombros y tronco, convirtiendo la caminata en un ejercicio integral. Esto es un extra para quienes buscan un entrenamiento completo mientras disfrutan de la naturaleza. En este sentido, existen actividades específicamente diseñadas para realizar este ejercicio integral, como es el caso de la marcha nórdica, en la que se emplea una técnica y un tipo de bastón muy específico, del que ahora no hablaremos en detalle.
Bastones en la mochila o en las manos
En terreno técnico nos ayudan
Inconvenientes de usar bastones de trekking
Los bastones van bien, pero no siempre
Como vemos, los palos tienen un montón de ventajas a la hora de ayudarnos a hacer nuestras rutas más amenas y agradables, ayudándonos en zonas complicadas, repartiendo el esfuerzo y contribuyendo a minimizar los riesgos de lesión. Sin embargo, hay que tener en cuenta que también pueden suponer un problema en situaciones concretas o cuando no los usamos de manera correcta. A continuación, exponemos algunos de los puntos a tener en cuenta para poder tomar una mejor decisión sobre si debemos o no usar bastones.
1. Peso y volumen adicional. Aunque los bastones modernos son ligeros, como los Pursuit FLZ de Black Diamond que pesan solo 248 g, sigue siendo un peso que cargar, además de un volumen extra en la mochila. Esto puede ser molesto en rutas donde no podremos usarlos todo el rato. Además, hay que tener en cuenta que, en el caso que los bastones no sean plegables, o sean solo de dos tramos, guardarlos en la mochila será algo complicado, y si el terreno se pone muy técnico pueden llegar a suponer un verdadero estorbo o hasta un peligro para nuestra seguridad. Por suerte, hoy en día la gran mayoría de bastones de trekking son de tres tramos y se podrán guardar cómodamente en la mochila.
2. Dependencia excesiva. Los bastones tienen infinitud de ventajas, pero no siempre los podremos tener a mano. Igual que es fácil acostumbrarse a usarlos, también debemos estar preparados para prescindir de ellos, con tal de no llegar nunca a sentirnos inseguros en su ausencia. Por este motivo, recomendamos alternar entre su uso y caminar sin ellos cuando la ruta no sea muy exigente, para así mantener la confianza en nuestra pisada y poder desenvolvernos con seguridad en cualquier situación.
3. Inversión inicial. Los bastones están muy bien, hasta que te acercas a la tienda para comprarlos. Hoy en día, unos palos de calidad como los mencionados previamente pueden suponer un coste elevado, algo que puede desanimar a los senderistas ocasionales o principiantes. En este sentido, recomendamos no escatimar en la compra de unos bastones confiables, ya que partir un bastón en medio de una ruta puede llegar a tener consecuencias muy graves, como lesiones o caídas feas. Sin embargo, tenemos que decir que existen opciones más económicas que ofrecen buen rendimiento, como los Decathlon Forclaz 500, unos bastones que serán perfectamente funcionales para iniciarse en el mundo del hikking.
4. Dificultad en terrenos escarpados. Al igual que debemos saber cuando sacar los bastones a pasear, también debemos saber cuando dejarlos en la mochila. En rutas que requieren el uso de manos para trepar, como la ascensión al Pic Carlit, los bastones se convierten en un estorbo realmente peligroso. Hemos visto a gente dejárselos colgando de las manos mientras trepaban, o intentar usarlos para apoyarse en tramos muy tiesos y, la verdad, hemos sufrido por su integridad física, ya que un resbalón o un bastón enganchado pueden hacernos caer donde no se debería. Y no solo en tramos de trepada, también puede ser contraproducente su uso en terrenos complejos, como en zonas de bloques o en canchales de piedra grande, donde los bastones resbalan con las piedras y se nos pueden quedar atrapados, con lo que fácilmente podremos tropezar. Así pues, antes de sacar los bastones del armario, será fundamental evaluar si la ruta permite su uso.
5. Técnica incorrecta. Por último, y no menos importante, el uso inadecuado de los bastones puede causar molestias en hombros o muñecas. Hemos visto multitud de personas usando bastones demasiado bajos, lo cual fuerza a una postura corporal incorrecta, o colocándose la correa de la mano —también denominada dragonera— de forma que puede provocar lesiones en caso de caída.
Uso correcto de la dragonera
En las trepadas mejor guardados
Técnica y consejos
Así pues, antes de usar unos palos, realizaremos las siguientes comprobaciones:
1. Ajuste adecuado de la altura
• En terreno llano, los bastones deben ajustarse de forma que el ángulo entre el antebrazo y el brazo sea de aproximadamente 90 grados.
• Para subidas, reduce ligeramente la altura para facilitar el impulso hacia adelante.
• En bajadas, alarga los bastones para ofrecer mayor estabilidad al descender.
2. Técnica de apoyo alternado
• Coordina el movimiento de los bastones con las piernas. El bastón izquierdo se apoya al mismo tiempo que avanza la pierna derecha, y viceversa. Esto ayuda a mantener un ritmo fluido y natural.
• Para terrenos técnicos, es importante adaptar el ritmo a las necesidades del momento.
3. Uso de las dragoneras
• Introduce la mano por debajo de la dragonera y agarra el mango del bastón. Esto distribuye mejor la presión en la muñeca y permite un agarre más relajado, reduciendo el esfuerzo en manos y brazos.
• Ajusta la dragonera para que quede firme pero sin cortar la circulación.
4. Adaptación al terreno
• En subidas pronunciadas, utiliza los bastones para impulsarte, clavándolos cerca del cuerpo y ligeramente inclinados hacia atrás.
• En bajadas, clava los bastones por delante de ti para frenar y equilibrar el peso.
• En terrenos irregulares o resbaladizos, apoya ambos bastones al mismo tiempo para ganar estabilidad.
Ángulo recto en el brazo
Nuestra opinión
Bstones, sí. ¡Pero con cabeza!
Los bastones de trekking son una herramienta muy, pero que muy útil en la gran mayoría de casos. Personalmente, me gusta sacarlos siempre que vaya a realizar rutas largas o cuando se que la mochila va a estar pesada, ya que suponen un gran cambio a la hora de sostener la carga.
Cuando realizo salidas cortas y de poca dificultad, prefiero dejarlos en casa, ya que agradezco la sensación de libertad y ligereza que me dan el hecho de tener las manos libres y, además, se que no me van a ser imprescindibles para aguantar el desgaste de la ruta o el peso en la espalda.
En los casos en que la salida va a tener tramos técnico como cresteos o trepadas, intento hacer balance entre lo útiles que serán y el estorbo que van a suponer. Por ejemplo, en el caso mencionado del Carlit, pienso que es útil llevarlos, ya que el 80% de la ruta se realiza en terreno poco técnico en el que los bastones serán de gran ayuda, y es solo en la subida final donde deberemos guardarlos. En otros caso, como la subida al Midi d’Ossau, preferí dejarlos en el coche, ya que las secciones técnicas son abundantes y estar guardando y sacando los palos todo el rato pensé que sería más molestia que ayuda.
Al final, los bastones son una herramienta versátil y beneficiosa en muchas situaciones, pero no imprescindibles en todas las rutas. Si planeas travesías con desniveles pronunciados o terrenos inestables, su uso puede marcar una gran diferencia. Sin embargo, recuerda siempre evaluar el terreno, tu experiencia y tus preferencias personales antes de decidir llevarlos. Al final, el éxito de una ruta no depende solo del equipo, sino de la preparación y la actitud con la que te enfrentes al camino.
Fecha de publicación: 23/01/2025